EL ESQUELETO COQUETO

Texto: Rafa Ordóñez 

Ilustración: Eugenia Nobati

Editorial: La Guarida

¿No os ha pasado alguna vez que conocéis una obra de un autor y os encanta, descubrís otra y os vuelve a encantar y así seguís sin parar con todo lo que cae en vuestras manos escrito por él o ella? De nuevo Rafa Ordóñez llega a casa, y lo hace, de nuevo, para quedarse, aunque sea poco tiempo.

Autor de "El pedo más grande del mundo", "Cómo te como", "El cumpleaños de la Mosca", "El sol tiene frío" (todos los tendréis reseñados por aquí) y otros títulos más, hoy nos trae otra historia divertida de las suyas con dos esqueletos como protagonistas. Magníficamente acompañado de las ilustraciones de Eugenia Nobati y de la mano de La Guarida Ediciones, quienes ya han apostado por él en anteriores ocasiones. No me extraña. 

SINOPSIS

El esqueleto Anacleto pasea a su perro Cencerro, también esqueleto, todas las tardes. Una de ellas, Cencerro se perdió entre los matojos. Parecía que había visto a alguien.

Cuando Anacleto fue tras él, se cruzó con Julieta, una esqueleta con una diadema azul que leía un libro y de la que se enamoró al instante. 

Los huesos de Anacleto temblaban de emoción. La mandíbula, los pies... Hasta se puso colorado cuando Julieta lo miró.

Él quería tener una cita con Julieta y, aunque al principio no se atrevía, finalmente se decidió. Tras escribir una carta para ella, se la dio a Cencerro y éste la llevó junto a su amada. 

"Hola, soy Anacleto. ¿Te gustaría dar un paseo conmigo por las tapias del cementerio? A las 8. Llevaré una pajarita roja", decía la nota. 

Y Julieta aceptó la invitación. A las ocho menos diez Anacleto ya estaba en la puerta del cementerio, nervioso y ataviado con sus mejores galas, cuando de repente, descubrió que tenía una mancha en su peroné. Sin pensarlo, se lo quitó para poder frotarlo. 

Pero después descubrió que unas costillas brillaban menos que otras y que tenía algo en el omóplato izquierdo, y también se las quitó. Debía estar perfecto para la ocasión, y fue quitando todo aquello que no lo estaba hasta que... Se desmontó quedando como una auténtica montaña de huesos.

Julieta apareció justo a las 8 y lo único que encontró fue muchos huesos amontonados bajo una pajarita roja. ¡Era Anacleto, no tenía duda! Pero al ver todo aquello, desolada, se deshizo en lágrimas, se deshizo en pena y tanto se deshizo... que acabó ella también deshecha, formando un montón de huesos aún más grande. 

¿Seguirían tibias, cúbitos, costillas y calaveras así para toda la eternidad? ¿Conseguirán estos enamorados recomponerse y disfrutar de su amor? La aparición en escena de Cencerro, fiel observador de todo lo que ocurría, les dará una solución. Y hasta Cencerro encontrará también un amor.

OPINIÓN PERSONAL

Hace mucho tiempo que este cuento estaba en mi lista de adquisiciones pendientes, mucho. Siempre me llamó la atención la mezcla de vida y muerte, de amor y cementerio, y las ilustraciones a base de esqueletos. Y por fin lo he podido leer y disfrutar, aunque sea uno de esos cuentos que llegan para ser regalados y se quede poco tiempo a nuestro lado.

"El esqueleto coqueto" y su colonia Aqua di Calcio, es un cuento que conjuga varias características: divertido, emotivo, educativo y original. Todo ello hacen de él una historia altamente recomendable para celebrar el amor y las risas en un cementerio.

Espectaculares ilustraciones de Eugenia, quien ha conseguido que los esqueletos expresen emoción con sus gestos a los que ha vestido con divertidos detalles (zapatos, diadema, pajarita) que no pasan desapercibidos. Todo en el cuento está muerto, menos el amor, y todo "ser vivo" se representa con su esqueleto. Nunca unos esqueletos habían resultado tan entrañables. 

ACTIVIDAD

Al cuento acompañan varios huesos de Anacleto en cartón para recortar y montar al pobre señor. Además de divertida, esta actividad nos permite conocer el nombre y composición del esqueleto humano. También encontramos esta actividad como descargable en la web de la editorial a la que podéis acceder pinchando en la imagen. 

El cuento se presta a cualquier otra actividad cuyo objetivo sea el conocimiento del esqueleto humano, por lo que el carácter educativo del mismo resulta estupendo. En casa lo hemos leído ubicando todos los huesos que se van nombrando en el cuento. 

Aquí os dejo la narración del cuento al completo. 

¡Que viva el amor libre en cualquier lugar, por siniestro y sombrío que sea!