JAIME Y LAS BELLOTAS
Las cosechas necesitan tiempo, cariño y cuidados. Aún así, no siempre ofrecen buenos frutos. Fenómenos inesperados pueden acabar con ellas. Solo el esfuerzo y la perseverancia del agricultor hacen posible un resultado positivo.
SINOPSIS
🌱 Jaime plantó una bellota. Y dos. Y tres. La primera, que ni siquiera germinó, la cogió una ardilla. La segunda, ya en brote, la pisó un caballo. La tercera, en cuanto creció, se la comió una cabra.
🌱Jaime plantó una bellota más. Y otra. Y ambas se convirtieron en grandes robles, aunque uno fue cortado por un leñador y otro roto por niños deseosos de columpiarse.
Una, solo una, germinó, brotó, creció y creció hasta ser un gran árbol que todos los años daba muchas bellotas. Y lo hizo a la vez que lo hacía Jaime, a la vez que su vida pasaba viendo, con perseverancia, el resultado de su esfuerzo. Pero, ¿qué pasará con esas nuevas bellotas?
OPINIÓN PERSONAL
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