¿DÓNDE ESTARÁ MI CORBATA?
Hay autores actuales de la literatura infantil de esos que cada vez que publican libros sabes que, antes o después, llegarán a tus manos. Eso me pasa con José Carlos Román.
Aunque me he incorporado tarde a su trayectoria como escritor (me faltan muchos títulos suyos por conocer), todo lo que va llegando a mis manos escrito por él lo hace para quedarse. Me ocurrió con "Una gallina en la azotea", "El día que mariquita dibujó una pelusa gigante" y con "El niño más travieso del universo". Y ha vuelto a pasar.
De la mano de la editorial Bookolia (primer libro que tengo de esta editorial) y con Canizales a los colores (autor, entre otros muchos títulos, de la colección "Guapa" de Apila Ediciones), nos llega "¿Dónde estará mi corbata?", una historia divertida y alocada con animales como protagonistas.
SINOPSIS
"De tanto brincar y brincar, un día un saltamontes perdió su corbata, chiquita y con rayas"
Y claro, el saltamontes decidió recorrer el monte para buscarla. Sin embargo, no fue eso lo que encontró, sino un precioso collar, azulado como el mar que, sin pensarlo ni un instante, se lo quedó.
Contento con su hallazgo, el saltamontes siguió brincando y se encontró con un ciempiés que había perdido un zapato con tres lunares y un lazo. Y ambos decidieron buscar juntos.
En su búsqueda, se encuentran con un caracol, un lagarto, una abeja, un grillo y un ratón, y resulta que todos ellos han perdido algo y todos se suman al equipo de rescate.
Pero en la interacción con el roedor, la trama empieza a resolverse. Y parece que saltamontes no es el único que se ha encontrado algo en el monte y se lo ha quedado.
Una bufanda, unas gafas de sol, un guante y un reloj completan esta historia de despistes acumulados que podrás resolver, justo antes de que lo haga la propia trama, si te fijas muuuuuy bien en las ilustraciones. ¿Encontrará finalmente cada animal aquello que ha perdido? ¡Vaya lío se ha montado!
OPINIÓN PERSONAL
José Carlos al más puro estilo José Carlos. Así definiría yo este álbum ilustrado. Y, para mí, eso quiere decir que tiene varios ingredientes: locura, sorpresa, repetición y humor.
Una disparatada historia tipo fábula, con mensaje de fondo y con misterio. En mi opinión, tiene un punto muy a su favor: que realmente las imágenes aportan valor a la historia. De hecho, las imágenes resuelven la trama justo antes de que lo hagan las palabras, y eso hace que los niños alucinen (si se fijan bien). Para ellos, esto se convierte en una interacción inmediata con el saltamontes y los demás personajes en un intento por decirles dónde está aquello que han perdido.
De final circular, invita a volver a repetir la historia. Ideal para ser contado, la rima y la estructura repetitiva y acumulativa dan pie a que los peques participen en la narración (me encanta que sean ellos los que terminen las frases) y se lo pasen genial descubriendo el tremendo lío que se hacen los animales. Y reforzando su memoria.
Con unas ilustraciones repletas de color y de detalles al más puro estilo Canizales. Un álbum de tamaño mediano (22 x 22 cms.) con una característica que me encanta: el tacto soft touch de la portada y contraportada. ¡No puedo dejar de tocarlo!
Una historia sin más pretensiones que la de hacer disfrutar y reír que nos habla de compañerismo, de apropiarse de lo ajeno y de trabajo en equipo.
Gracias a los autores por su genial dedicatoria.
ACTIVIDADES
En la web de la editorial podemos encontrar varias imágenes del cuento para colorear. Las encontraréis aquí.
Para darle un poco más de complejidad al asunto y dada la distribución de líneas que tienen los dibujos, en casa hemos enumerado cada una de las partes y hemos dispuesto una leyenda de color de tal modo que coloreemos en función de la leyenda dada. De esta forma, trabajamos también la atención, la discriminación y el reconocimiento numérico. Y no nos ha quedado muy mal 😅.
Os dejo un breve vídeo en el que podréis observar el libro en movimiento.
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