ME ENCANTA

No. En absoluto. No me gusta mostrar mi imagen en las redes sociales. Mucho menos la de mis hijas. Pero creo que ésta es una imagen que cuida su intimidad y a la vez me permite enseñaros nuestro rincón de lectura. 

Me encanta cuando abrimos juntas un regalo en forma de cuento, cuando llega el mensajero a casa, cuando el Ratón Pérez (más bien Rudy) cambia dientes por libros. Me encanta cuando pasa las páginas con esa delicadeza con que le he enseñado (los cuentos son tesoros, y trato de inculcárselo cada día). Me encanta cuando acepta que esos tesoros los compartamos con los demás, y los prestamos, los cogemos prestados o son sólo libros que han hecho una breve parada en casa hasta llegar a su destinatario.

Me encanta cuando vamos por la calle y ve una caca y una mosca y se acuerda del topo. Cuando buscamos redonditos y cuadraditos. Cuando se enorgullece porque ella sí conoce al hombre sin lágrimas. Cuando ve calcetines desparejados y se acuerda del valle de los calcetines. Cuando colecciona palabras, cuando juega con libros un tanto inquietos. 

Me encanta cuando no la escucho y está ahí, en su recién estrenado y aún no terminado rincón de lectura. Leyendo, como yo le digo. "Yo no sé leer aún, mamá", me dice. Y yo sonrío. Hay muchas formas de leer. Ella lee las ilustraciones, repasa las letras con sus dedos y relata frases de memoria. 

Ella ha elegido los cuentos de las 3 estanterías, y los irá cambiando. Yo a veces pienso que tendríamos que haber puesto muuuuuchas más estanterías. Todos nuestros cuentos merecerían ese lugar! Pero no es cuestión del lugar físico que ocupen, sino del emocional. Y ella es la que decide. 

Gracias a ella (y ahora también a su hermana) mi pasión por los cuentos infantiles crecre y crece al ritmo que ellas lo hacen. 

Y no. No hace falta tener muchos cuentos para estar enamorada de ellos. Regalándolos tenemos la posibilidad de disfrutarlos unos instantes (o días. Ya procuro yo comprarlos pronto para que nos de tiempo de leerlos). Yendo a la biblioteca aprendemos a amar y cuidar los libros. Y gracias a ello, nos podemos sumergir cada día en maravillosas aventuras.